Los tres primeros hábitos tratan del auto-dominio. Es decir,
están orientados a lograr el crecimiento de la personalidad para obtener la
independencia.
Los siguientes tres hábitos tratan de las relaciones con los
demás – trabajo en equipo, cooperación y comunicaciones; están orientados a
lograr la interdependencia.
Finalmente, el hábito siete, se refiere a la renovación
continua que le llevará a entender mejor los hábitos restantes.
Los hábitos
Un hábito está en la intersección de tres componentes que se
solapan: el Conocimiento, las Habilidades y el Deseo (o actitud).
El Conocimiento le indica qué hacer y por qué. Las
Habilidades le enseñan cómo hacer las cosas. El Deseo es la motivación, sus
ganas de hacerlas.
Para convertir un comportamiento en un hábito, necesita de
los tres componentes. La efectividad y
el equilibrio P/CP
Los 7 hábitos están en armonía con la ley natural denominada
por el autor equilibrio P/CP. Este principio se ilustra mejor con la conocida
fábula de Aesop:
Un día, un granjero pobre descubre un huevo de oro en el nido
de su gallina. El no puede creer la suerte que tuvo. Sin embargo, cada día que
pasa, aparece un huevo nuevo, haciéndolo millonario. Pero a la vez, se vuelve
codicioso e impaciente – decide matar a la gallina para obtener todos los
huevos a la vez, sin tener que esperar de un día al otro. Pero al abrir la
gallina, se da cuente que no hay huevos de oro en su interior.
Esto ilustra la ley de la efectividad. Muchos piensan que
ser efectivo es sacar todos los huevos tan rápido como sea posible. Pero para ser
realmente efectivo, necesita los huevos y la gallina que los produzca.
De allí la necesidad de equilibrio entre P (la producción,
es decir los huevos) y la CP (la capacidad de producir, en Inglés Production
Capability, o sea la gallina).
Sobre este equilibrio gira el verdadero significado de la
efectividad en todas las áreas de su vida. Este principio se puede aplicar a
cualquier tipo de activo: las personas que supervisa, los equipos que maneja,
su salud, sus finanzas personales y sus relaciones con otras personas en su
hogar o en el trabajo.
Hábito 1 – Ser
proactivo
Ser proactivo significa tomar la responsabilidad por su
propia vida – ejercitar la habilidad de seleccionar su respuesta ante cualquier
estímulo.
Esto implica comportarse según su decisión consciente,
basado en sus valores, no en las condiciones en las que se encuentra, ni en la
forma como fue criado, ni en su carga genética.
La libertad en la escogencia de su respuesta se basa en:
-Auto-conciencia (self awareness): que le permite
diferenciarse a usted de su estado de ánimo, sentimientos y pensamientos
-Imaginación: para crear ideas mas allá de su realidad
presente
-Conciencia: para distinguir lo bueno de lo malo
-Voluntad independiente: para actuar basado en su
auto-conciencia
Una persona proactiva es guiada por sus propios valores, a
diferencia de la persona reactiva, quien entrega el control sobres sus decisiones,
dejando que el comportamiento y las opiniones de los demás le digan cómo se
deben sentir.
Una vez que entienda esta diferencia, le quedará claro por
qué nadie le puede hacer sentir mal a menos que usted se lo permita.
Esta verdad, sin embargo, no es fácil de aceptar, sobretodo
si está acostumbrado a echar la culpa a los demás o a la mala suerte por sus
problemas. Una vez que admita “estoy aquí por las decisiones que tomé ayer”,
puede entonces declarar “decido ser algo distinto mañana”.
Una clave para determinar si usted es proactivo o reactivo
se encuentra en el lenguaje que utiliza. Si usted dice cosas como “el gerente
de mercadeo me hace rabiar”, está siendo reactivo – está dejando que otro tome
control de sus emociones. El enfoque proactivo sería “estoy dejando que el
gerente de mercadeo me haga rabiar. Puedo escoger responder de otra forma”.
Para desarrollar su proactividad, pruebe lo siguiente:
- Ponga atención a las palabras que selecciona usted y
quienes le rodean. ¿ Con qué frecuencia escucha expresiones reactivas como “tengo
que…” en lugar de “quiero…” ?
- Identifique las debilidades de los demás, pero no como un
pretexto para sus propias fallas, sino como oportunidades para escoger sus
respuestas.
- Trabaje durante 30 días en probar los principios. Ponga
énfasis en aquellas cosas que puede controlar.
Hábito 2 – Comience
con un fin en mente
Este es el hábito del liderazgo personal, que indica la
necesidad de comenzar cada día con un claro entendimiento de su dirección y
destino deseados.
Es necesario entender que todas las cosas son creadas dos
veces. Piense en la construcción de una casa – antes de comenzar la
construcción, se dibuja un plano (la primera creación). Posteriormente,
construye la casa (la segunda creación). En los negocios ocurre igual: la
primera vez, usted define lo que desea lograr, posteriormente diseña todas las
partes del negocio para lograr el objetivo.
Esto explica la diferencia entre liderazgo y gerencia. El
liderazgo debe venir primero.
El liderazgo implica concentrarse en la pregunta “¿ qué
quiero lograr ?”, a diferencia de la gerencia que se basa en “¿ cuál es la
mejor forma de lograr lo que quiero ?”. El hábito 2 cubre el “qué quiero
lograr” (liderazgo), y el 3 el “cuál es la mejor forma” (gerencia).
Liderazgo Vs gerencia
- ejemplo
Imagine un grupo de personas abriendo un camino por la
selva.
El líder es la persona que se sube al árbol mas alto, mira
alrededor, y declara “estamos en la selva equivocada”.
Los gerentes son las personas que siguen a los trabajadores
que cortan la maleza, y van escribiendo los manuales de procedimiento.
A estos últimos no les importa si es la selva correcta o no,
siempre y cuando estén progresando en su trabajo.
Para ser efectivo, no importa cuánto se trabaje si se está
en la selva equivocada. De allí que el liderazgo deba ser primero, y la
gerencia venga después.
Comenzar el día con un fin en mente implica tener sus
valores firmemente arraigados en su mente, de manera de afrontar el reto de
tomar decisiones que se deriven de ellos. Esto lo puede hacer escribiendo un
enunciado de misión personal (personal mission statement) – no para su empresa,
para usted. Haga una lista de los principios por los cuales usted vive y
trabaja. Por jemplo: “escuchar ambos bandos antes de tomar una decisión;
defender a los ausentes; pedir la opinión de los demás” y así sucesivamente.
Utilice este enunciado como la base para todas las decisiones que tome.
Su centro
Para escribir este enunciado, debe primero explorar su
centro (o núcleo), el cual está compuesto por sus paradigmas básicos – la lente
que usa para ver el mundo. Cualquiera que sea su centro, será su fuente de
seguridad (sentido de valor y auto estima), guía (principios que utiliza para
dirigir sus decisiones), sabiduría (su juicio y perspectiva de la vida) y poder
(habilidad para actuar y lograr lo que desea).
Su tipo de centro indicará el tipo de comportamiento y de
decisiones que tome. Estos son algunos de los centros comunes, y sus razones que
le pueden impedir ser eficiente:
-Centrado en su cónyuge o su familia: obtiene su sentido de
seguridad y valor personal de su matrimonio e hijos. Pero si tiene problemas maritales,
puede afectar su auto-estima. Además, puede preocuparse demasiado por ser
popular con sus hijos, en lugar de enseñarles auto-disciplina.
-Centrado en el dinero o su trabajo: su seguridad viene de
la cantidad de dinero que tiene o de la cantidad de trabajo que hace. Una
pequeña amenaza a su ingreso, o un problema de trabajo, pueden derrumbar su
vida.
-Centrado en posesiones: su seguridad proviene de tener
casas, vehículos, botes, etc. Como usted equipara su valor personal con el
valor de lo que posee, su valor varía constantemente. Si está en presencia de
alguien con mas posesiones o mayor status, se siente inferior.
Cada uno de estos centros es volátil y poco consistente. Si
usted posee uno de ellos, le ha dado el poder sobre sus decisiones y comportamiento
a otro.
El hábito 2 es acerca de conseguir el centro adecuado – un
centro basado en principios, que no cambian ni tienen horizonte de tiempo.
Su seguridad provendrá de saber que no cambian. A diferencia
de su cónyuge o familiares, los principios no se mueren o solicitan el
divorcio. A diferencia del dinero o los bienes, los principios no pueden ser
robados o perdidos.
Su comportamiento y
los centros – ejemplo
Imagine que es el final de la jornada de trabajo, y le ha
prometido a su esposa llevarla a un concierto. A última hora, su jefe le pide que
se quede trabajando hasta tarde para ayudarlo a preparar una presentación.
- Si usted está centrado en su cónyuge o familia, su esposa
viene primero. Le dirá a su jefe que no puede.
- Si está centrado en el dinero, pensará en el dinero que
obtendrá por trabajar horas extra, y dejará a su esposa en casa.
- Si está centrado en el trabajo, verá la oportunidad de
ganar puntos con su jefe. Esperará que su esposa se sienta orgullosa por que
usted trabaja duro.
- Si está centrado en posesiones, traducirá las horas de
sobretiempo en algo que se pueda comprar. Si lo que puede comprar vale mas que
los tickets para el concierto, se queda.
Una persona centrada en principios evalúa las opciones sin
los prejuicios o emociones de los otros centros. Tomará todos los factores en consideración
y encontrará la solución que mejor se adapta a sus necesidades.
Hay cinco diferencias importantes a la hora de tomar una
decisión basada en principios:
1.- Usted toma la decisión proactivamente, basado en su
sentido de la razón, y no porque alguien lo empuja en una dirección u otra
2.- Usted sabe que su decisión es la adecuada, porque está
basada en principios con resultados predecibles a largo plazo
3.- Su decisión contribuye a reforzar sus valores
4.- Puede comunicarse honestamente con las partes
involucradas, porque ha desarrollado relaciones interdependientes con ellos
5.- Se siente cómodo con su decisión, cualquiera que ésta
sea
Hábito 3 – Poner
primero lo primero
En el hábito 1, aprendió que puede crear su propio
paradigma. En el hábito 2, descubrió los principios básicos por los cuales
debería
vivir y trabajar. Una vez aprendido esto, estará listo para
poner primero lo primero cada día, a cada momento. En otras palabras, practicar
los principios de la administración personal.
El hábito 3 nos lleva al campo del manejo del tiempo. Para
ser realmente efectivo, es necesario organizar su tiempo alrededor de sus prioridades.
Considere la siguiente matriz, que toma en cuenta dos
factores:
1) Importancia – qué tan crítica es una actividad para su
misión y sus valores,
y 2) Urgencia – qué tan insistentemente necesita de su
atención.
Toda actividad en el cuadrante I es importante y urgente,
tal como una crisis, una reunión clave para un proyecto, etc.
Una actividad en el cuadrante II es importante, pero no
urgente. Incluye actividades de mantenimiento, aprendizaje continuo,
planificación estratégica, construcción de relaciones, etc.
En el cuadrante III, las actividades son urgentes mas no
importantes. El teléfono sonando, o un correo, exigen su atención, pero no
están conectadas con sus prioridades.
Finalmente en el cuadrante IV están las actividades que no
son ni urgentes ni importantes – tareas que lo mantienen ocupado, sin lograr
nada.
Las personas que pasan la mayor parte de su tiempo en el
cuadrante I viven una crisis tras la otra. Cuando sobreviven a una crisis,
tienen otra esperándole. Para escapar de la presión, recurren al cuadrante IV a
perder el tiempo, lo cual le aumenta el nivel de stress antes de volver al
cuadrante I.
Otras personas frecuentan el cuadrante III, manejando actividades
urgentes pero no importantes. Recuerde que estas actividades son urgentes solo
porque son importantes para otro.
La gente efectiva evita los cuadrantes III y IV, y tratan de
minimizar las actividades del cuadrantes I, para pasar la mayor parte de su tiempo
en el cuadrante II (este último es muy fácil de evadir, puesto que no es
urgente).
Para ilustrar esto, pregúntese ¿ qué actividad podría
realizar en forma regular que mejoraría significativamente su vida de trabajo ?
Seguramente la respuesta será algo como “cultivar las
relaciones con mis compañeros de trabajo” u otra similar en el cuadrante II.
Cómo organizar su
tiempo para el cuadrante II
1.-Haga una lista de todos sus roles.
Ejemplo: Esposo, Padre, Gerente de Nuevos productos,
Presidente de una asociación benéfica, etc.
2.-Seleccione sus objetivos para la semana próxima. Piense
en 2 o 3 resultados importantes que quiera lograr para cada uno de sus roles.
Asegúrese que estén en el cuadrante II, y que estén ligados
con sus objetivos a largo plazo. Ejemplo: en el rol de Gerente de Nuevos
productos, sus objetivos pudieran ser revisar el estudio de consumidores y
entrevistar candidatos para asistente.
3.-Aparte el tiempo para trabajar en cada objetivo.
Identifique con precisión sus espacios de tiempo, y haga citas concretas con
otras personas.
(puede conseguir hojas de trabajo para organizar su semana y
otras herramientas visitando la página web de Franklin Covey http://www.franklincovey.com)
Hábito 4 – Piense
Ganar/Ganar
Los hábitos del 1 al 3 tratan de “victorias privadas”, cómo
trabajar consigo mismo para desarrollar su carácter. Los hábitos 4 al 6 lo llevarán
a “victorias públicas”, cómo desarrollar la personalidad para tener éxito
trabajando con otras personas.
El hábito 4 implica que ambas partes en cualquier acuerdo
deben salir beneficiadas. Está basado en el paradigma según el cual la victoria
de una persona no necesariamente ocurre a expensas de la derrota de otra.
La alternativa a ganar/ganar es perder/perder. Si uno gana y
otro pierde, ninguno de los dos obtiene la confianza y lealtad del otro a largo
plazo. Es decir, usted puede ganar haciendo a la otra parte perder, pero eso
afectará la próxima negociación.
Si no puede alcanzar un trato ganar/ganar, es preferible no
hacer trato. Al menos preservará la relación, abriendo el campo para un acuerdo
ganar/ganar en el futuro.
Ganar/ganar implica
cinco elementos o dimensiones:
1.-Carácter: es la base del paradigma ganar/ganar,
desarrollado en los hábitos 1 al 3. Solo cuando conoce bien sus valores, sabrá
qué significa ganar para usted. Además tendrá la integridad para mantener sus
promesas a los demás.
2.-Relaciones: se construyen sobre la base del carácter. Si
trabaja en desarrollar su credibilidad a lo largo del tiempo, estará
invirtiendo en relaciones abiertas al éxito de ambas partes.
3.-Acuerdos: los acuerdos surgen a partir de las relaciones.
Deben tener cinco elementos muy explícitos para dejar claras las expectativas: resultados
deseados, directrices o parámetros dentro de las cuales se obtendrán dichos
resultados, recursos disponible para lograr los resultados, medidas para
evaluar los logros y las consecuencias si se logran los objetivos.
4.-Sistema: para que los acuerdos funcionen, el sistema debe
estar en capacidad de manejarlo. Incluye sistemas para capacitación, planificación,
comunicación, información, etc.
5.-Proceso: un proceso de cuatro pasos debe ser utilizado
para lograr un acuerdo ganar/ganar:
- Trate de ver la situación desde la perspectiva del otro
- Identifique los aspectos y preocupaciones clave
- Haga una lista de resultados que consideraría una solución
aceptable
- Busque nuevas opciones para obtener esos resultados Para
que este proceso funcione, necesita de los hábitos 5 y 6.
Hábito 5 – Busque
primero entender, luego ser entendido
Este es el hábito de la comunicación efectiva. Es también el
hábito mas emocionante, y que puede poner en funcionamiento en forma inmediata.
La mayoría de las personas pasan su vida aprendiendo a
comunicarse en forma escrita o hablada, pero tienen poco entrenamiento en
escuchar
– en entender verdaderamente a la otra persona desde su
propio marco de referencia.
Es poco común la persona que escucha con la intención de
entender. Generalmente se escucha con la intención de contestar.
Escuchar con empatía es una herramienta muy poderosa – le
proporciona información precisa con la cual trabajar. En lugar de filtrar lo
que dice la persona a través del filtro con el cual usted ve el mundo, tiene
que entender cómo la otra persona lo ve.
Después de la necesidad física de sobrevivir, la necesidad
mas importante de una persona es la de sobrevivir psicologicamente – ser
entendido y apreciado. Al escuchar con empatía, usted estará llenando esa
necesidad (según Covey, le está dando “aire psicológico”).
Una vez que la
persona tenga sus necesidades básicas cubiertas, baja sus defensas, y puede
entonces influenciarlo y trabajar juntos en una solución ganar/ganar.
Hábito 6 – Sinergice
Sinergia significa que el todo es mas que la suma de sus
partes. El hábito de sinergizar implica entonces la cooperación creativa y el
trabajo en equipo: las personas con mentalidad ganar/ ganar, y que escuchen con
empatía, pueden aprovechar sus diferencias para generar opciones que no
existían previamente.
Reunir varias perspectivas distintas, en el espíritu de
respeto mutuo, trae como resultado la sinergia. Los participantes sienten la
libertad de buscar la mejor alternativa posible, y con frecuencia logran
propuestas diferentes y mejores que las originales.
La sinergia es un método para resolver problemas basado en
recursos humanos, en contraposición con el método basado en relaciones humanas.
Este último es utilizado por personas inseguras que tienden
a rodearse de gente que piensan igual y que constantemente tienden a complacer
o aprobar todo lo que diga. Confunden uniformidad por unidad.
Hábito 7 – Afilar la
sierra
Es el hábito de la auto-renovación, el mantenimiento básico
necesario para mantener los hábitos restantes funcionando adecuadamente.
La efectividad, como se mencionó anteriormente, se logra
cuando se puede mantener el equilibrio entre la producción (P) y
la capacidad de producción (CP). Sin embargo, es frecuente
que la gente esté demasiado ocupada produciendo (aserrando) para prestar atención
al mantenimiento de su medio de producción (afilar la sierra). La razón por la
cual esto ocurre es que el mantenimiento pocas veces produce dividendos
importantes en forma inmediata.
Afilar la sierra implica idear un programa balanceado,
sistémico, para la auto-renovación en cuatro áreas fundamentales. Debe dedicar
al menos una hora cada día trabajando en ellas:
-Dimensión física: incluye ejercicio físico, nutrición y
manejo del Stress. Al comer adecuadamente, y ejercitarse 30 minutos al día,
logrará mejorar su fuerza y resistencia en forma proactiva. De no hacerlo, su
cuerpo se debilita.
-Dimensión espiritual: renovar su compromiso con sus valores
(del hábito 2) mediante la revisión de su misión personal, o a través del rezo,
meditación, o inmersión en música, literatura, o naturaleza. De no hacerlo, su
espíritu se vuelve insensible.
-Dimensión mental: su mente se “afila” a través de
actividades como lectura, escritura y planificación.
También se logra siguiendo los hábitos 2 y 3, comenzar con
un fin en mente y poniendo primero lo primero. De no hacerlo, su mente se
vuelve mecánica.
-Dimensión social/emocional: enfocarse en los hábitos 4,5 y
6, utilizándolos en las interacciones diarias con los demás.
Como las cuatro dimensiones están interrelacionadas, lo que
haga para “afilar la sierra” en una, impactará positivamente las demás.
Si trabaja equilibradamente en las cuatro, pasando al menos
una hora al día, todos los días, sembrará los hábitos como parte provechosa de
su vida.
Hacerlo toma tiempo y esfuerzo. Después de todo, son los
hábitos de la gente efectiva, quienes logran el éxito al hacer aquellas cosas
que muchos tratan de evitar.
Comience a trabajar en los hábitos de una vez. Empiece con
el primero, sea proactivo. Luego continúe con sus victorias privadas – céntrese
en principios y enfóquese en actividades del cuadrante II. Después siga con las
victorias públicas – busque situaciones ganar-ganar, escuche empaticamente, y
sinergice.
Pero recuerde, este proceso creativo nunca termina. Debe
continuar afilando los hábitos por el resto de su vida.
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